domingo, 9 de marzo de 2014


Después de años de guerra y pobreza, en un reino sumiso, el nuevo heredero al trono, un joven liberal, recorría su reino liberando a todos sus súbditos. En medio de la tundra, llegó a una pequeña casa donde había un hombre pobre con un cordero y un pequeño jardín:
- Yo te libero- le espetó el rey-, Ya te puedes ir.
- ¿Irme adónde? Si me voy, ¿quién va a cuidar a mi cordero?
- No estás obligado a cuidarlo solo; eres libre. En la ciudad habrá quien cuide a tu cordero cuando quieras partir.
-Yo ya era libre...
- No creo que fueras libre, no puedes salir de aquí. Estás ligado a tu animal y tu jardín para poder vivir.
- Sin mis cuidados, el jardín y el cordero morirían, y sin ellos yo no podría comer; con los años hemos aprendido a querernos. Si de algo sirve la libertad, es para poder buscar la felicidad. Libertad es elegir las cadenas. Elegir las cosas que nos hacen felices. Sin cuidar a mi cordero y regar mi jardín, no seré libre.
- Siempre me han dicho que para ser libre no debía seguir a nadie, debía cortar con todo para poder ser yo mismo.
- ¿Y tú qué quieres? ¿ Quieres ser rey de un pequeño mundo o naufrago del infinito?

"La frontera invisible" Kiliam Lornet





No hay comentarios:

Publicar un comentario